Riesgos de los hombres que toman hormonas femeninas

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Anonim

Aunque raramente se usa en hombres, las hormonas femeninas como el estrógeno y la progesterona pueden ser tomadas por hombres para condiciones médicas como cáncer de testículo, agrandamiento de próstata y deficiencia de aromatasa. El tratamiento con hormonas femeninas en los hombres conlleva una serie de riesgos, ya que suprime la producción de testosterona.

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Cambios sexuales

Debido a que la testosterona es responsable del desarrollo y mantenimiento de las características sexuales masculinas, cuando los niveles de testosterona se oponen a niveles más altos de hormonas femeninas, la testosterona será menos efectiva. Los hombres que toman hormonas femeninas pueden estar sujetos a una serie de cambios que afectan el estado físico y el funcionamiento de los órganos sexuales. Estos riesgos pueden incluir disminución del tamaño de los testículos, conteo de espermatozoides reducido y disfunción eréctil junto con la pérdida de la libido. Además, los hombres que toman hormonas femeninas pueden desarrollar ginecomastia, o el crecimiento de tejido mamario en los hombres, junto con oscurecimiento y agrandamiento de los pezones.

Cambios físicos

La testosterona es principalmente responsable del desarrollo de la masa muscular y el tejido óseo en los hombres. Con el uso de hormonas femeninas, los grupos musculares grandes como el tórax, las piernas y los brazos pueden comenzar a encogerse y los huesos pueden volverse más porosos y frágiles, lo que contribuye a la debilidad y la fractura de los huesos. Además, el almacenamiento de grasa en los hombres que toman hormonas puede aumentar, lo que lleva a una feminización de la forma del cuerpo. El vello facial y corporal puede comenzar a crecer más lentamente; sin embargo, la calvicie de patrón masculino puede mejorar ya que es causada principalmente por un metabolito de testosterona.

Cambios mentales

Como la testosterona es una hormona masculina, que se cree juega un papel en la asertividad y la agresión, los hombres que toman hormonas femeninas pueden volverse menos asertivos. Algunos hombres pueden perder interés en actividades previamente placenteras, incluido el sexo. Estos cambios pueden revertirse una vez que se suspendan las hormonas femeninas, pero algunos hombres pueden desarrollar depresión tanto por el uso de hormonas como por problemas de autoestima que pueden surgir de los cambios físicos. Algunos hombres pueden experimentar sofocos, similares a los que se observan durante la menopausia, así como otros problemas como el insomnio y el olvido.

Mayor riesgo de enfermedad

A medida que se desarrolla el tejido mamario, puede haber un aumento correspondiente en el riesgo de cáncer de mama. También hay un mayor riesgo de accidente cerebrovascular debido al desarrollo de coágulos relacionados con el uso de hormonas femeninas, especialmente entre los fumadores, pero es probable una disminución en las probabilidades de ataque cardíaco. Se puede ver una mayor posibilidad de desarrollar enfermedad hepática y de la vesícula biliar; sin embargo, es posible una disminución del riesgo en el desarrollo y crecimiento del agrandamiento de la próstata y el cáncer de próstata.