¿Qué puedes hacer si olvidas remojar los frijoles durante la noche?

Tabla de contenido:

Anonim

Remojando frijoles la noche antes de planear hacer una olla de chile o minestrone es una práctica común que asegura frijoles sabrosos y tiernos al día siguiente. No se preocupe, sin embargo, si se olvida de remojar los frijoles durante la noche. Una inmersión rápida en agua caliente al día siguiente es igual de efectiva.

Video del día

Power Soak

Si se olvida de remojar los frijoles la noche anterior, otra opción es remojar el poder. Este método usa agua hirviendo para acelerar el proceso de ablandamiento. Enjuague los frijoles y ordene a través de ellos, eliminando las rocas o restos de campo. Coloque los frijoles limpios en una olla grande y llene la olla con agua para que el agua quede de 2 a 3 pulgadas por encima de los frijoles. Calentar la olla hasta que hierva a fuego medio-alto y hervir durante tres minutos. Retire la olla del fuego y déjela reposar de dos a cuatro horas. Drene el agua, enjuague los frijoles y cocine como siempre.

Seasoning

Una vez que haya empapado y enjuagado los granos, colóquelos en una olla o olla de cocción lenta y cúbralos de nuevo con 2 a 3 pulgadas de agua. Cocine a fuego lento hasta que estén tiernos. Recuerde, sin embargo, retrasar condimentarlos hasta que estén bien cocidos. Agregar ajo, apio o cebolla está bien, pero la sal, el jugo de limón, los tomates u otros condimentos ácidos o salados endurecerán los granos.

Beneficios

Los granos de riñón se ablandarán eventualmente sin remojo, pero el remojo sirve para varios propósitos. Reduce el tiempo de cocción y mejora el sabor. Lo que es más importante, remojar frijoles elimina algunas de las enzimas y azúcares que causan malestar intestinal.

Consideraciones

Los granos secos tienen una larga vida útil, aunque los granos más viejos tardan más en cocinarse y requieren más agua. Descarte los frijoles secos de más de dos años, según Beth Hensperger, coautora del libro de cocina "No es tu madre Slow Cooker Cookbook". Los frijoles frescos y enlatados no requieren remojo. Enjuáguelos y continúe cocinando.