Con cirugía de amígdala en adultos
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La amigdalectomía es una operación que se realiza para extirpar las amígdalas. Se realiza más comúnmente en niños que en adultos. Como cualquier otra cirugía, la amigdalectomía tiene riesgos. Los problemas que pueden surgir particularmente en adultos incluyen sangrado, dolor, problemas con la anestesia y retraso en la recuperación.
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Sangrado
El sangrado anormal es más común en adultos que en niños. Según los expertos de Mayo Clinic, uno de cada cinco adultos tiene una hemorragia que no se detiene. El sangrado puede aparecer dentro de las 24 horas o una semana después de la operación debido a la caída de la costra. Cirugía adicional puede ser necesaria para controlar el sangrado. Ocasionalmente, el sangrado puede ser tan severo que se necesita una transfusión de sangre. Muy raramente, puede ocurrir la muerte: 1 de cada 40,000 pacientes mueren debido a sangrado severo luego de la cirugía de la amígdala.
Infección
Las bacterias pueden colonizar el área donde se extraen las amígdalas. Para prevenir la infección, generalmente se prescribe un tratamiento con antibióticos después de la cirugía.
Dolor severo
En adultos, el dolor puede ser severo y generalmente dura hasta dos semanas. Los adultos pueden deshidratarse si no beben suficiente después de la cirugía.
Trauma
Las lesiones en las estructuras circundantes pueden ocurrir tanto en adultos como en niños. Labios, dientes, lengua y mandíbula pueden ser traumatizados mientras se aplican los instrumentos durante la cirugía. En raras ocasiones, hay quejas de cambios en la voz, mal gusto en la boca y regurgitación de líquidos por la nariz.
Complicaciones de la anestesia
Los riesgos de la anestesia son mayores en los adultos porque pueden tener problemas cardíacos o pulmonares asociados. Si se debe administrar anestesia nuevamente para una cirugía de emergencia para detener el sangrado, puede haber problemas con la aspiración de líquidos o alimentos.