5 Cosas que debe saber sobre el estrógeno y el reflujo ácido
Tabla de contenido:
- Video del día
- Estrógeno y reflujo ácido en el embarazo
- Estrógeno, Terapia de Reemplazo Hormonal y Reflujo Ácido
- Estrógeno, obesidad y reflujo ácido
- Estrógeno, control de la natalidad y reflujo ácido
- Efectos secundarios de los estrógenos y el reflujo ácido
En el reflujo ácido, el contenido del estómago se regurgita por el esófago. Además de muchos otros síntomas, esta condición puede causar ardor y malestar en el pecho. Alguna evidencia sugiere que varias hormonas en el cuerpo pueden desempeñar un papel en el reflujo ácido. El estrógeno es un ejemplo. Esta importante hormona es responsable de la regulación y el desarrollo del sistema reproductivo femenino, incluido el ciclo menstrual. Si bien se desconoce el papel exacto del estrógeno en el reflujo ácido, algunas pruebas sugieren que el estrógeno, junto con otras hormonas, puede tener un efecto agravante.
Video del día
Estrógeno y reflujo ácido en el embarazo
Durante el embarazo, el cuerpo experimenta un aumento de varias hormonas importantes, incluido el estrógeno. La hormona ayuda al útero de la madre a mantener el embarazo y también estimula el desarrollo en el feto. Alguna evidencia sugiere que este aumento de la hormona también puede contribuir al reflujo ácido. Se teoriza que esto se debe a que el estrógeno puede causar una válvula en el esófago, llamada esfínter esofágico inferior (EEI), para relajarse. Esta relajación permite que el contenido del estómago revierte el rumbo y retroceda por el esófago. Como resultado, se produce reflujo ácido y la persona puede experimentar ardor de estómago, dificultad para tragar, tos y náuseas.
Estrógeno, Terapia de Reemplazo Hormonal y Reflujo Ácido
En la terapia de reemplazo hormonal, el estrógeno, junto con otras hormonas, se administra durante la menopausia o después. Dichos tratamientos pueden ayudar a minimizar los síntomas como los sofocos o la sequedad vaginal. También ayuda a prevenir la pérdida ósea, que puede ocurrir debido a la fuerte caída de estrógeno después de la menopausia. Desafortunadamente, el estrógeno suplementario que se recibe cuando se somete a terapia de reemplazo hormonal, junto con otra hormona llamada progesterona, también puede provocar reflujo ácido. Algunas investigaciones sugieren que esto puede deberse a la relajación del LES, aunque otros mecanismos son posibles. Según un estudio de 2008 en el "Journal of the American Medical Association", el riesgo de síntomas de ERGE aumentó con la dosis y la duración del uso de estrógenos.
Estrógeno, obesidad y reflujo ácido
La obesidad se asocia con un mayor riesgo de reflujo ácido. Se cree que el sobrepeso contribuye al reflujo de diferentes maneras. El efecto de la grasa corporal adicional en los niveles de estrógeno podría ser uno de ellos. Los niveles circulantes de estrógeno tienden a ser más altos en las mujeres con sobrepeso y obesas, especialmente después de la menopausia. Si tal elevación provoca un aflojamiento de la LES, las mujeres con un índice de masa corporal más alto pueden estar en mayor riesgo de desarrollar reflujo ácido por una serie de razones.Mantener un IMC saludable puede ayudar a evitar esto.
Estrógeno, control de la natalidad y reflujo ácido
Muchas mujeres usan anticonceptivos como medio de control de la natalidad. Ya sean tomados por vía oral, administrados a través de un parche, inyectados o implantados dentro del cuerpo, muchos de estos anticonceptivos usan estrógenos para limitar la fertilidad. Algunos investigadores teorizan que las hormonas en estos anticonceptivos pueden conducir a un aumento en el riesgo de desarrollar reflujo ácido. Según los autores de un estudio de 2007 en el "Journal of Gastroenterology and Hepatology", se ha encontrado una relación entre el uso de anticonceptivos orales y el desarrollo del reflujo ácido.
Efectos secundarios de los estrógenos y el reflujo ácido
El uso de estrógenos, ya sea en terapia de reemplazo hormonal o control de la natalidad, puede provocar muchos efectos secundarios, como náuseas y vómitos, y algunos de estos síntomas son similares a los asociados con reflujo ácido. Un aumento en cualquiera de estos síntomas puede ser grave y no debe atribuirse automáticamente a la acidez estomacal. Además, el uso a largo plazo de estrógenos puede poner a una persona en mayor riesgo de coágulos sanguíneos, enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y algunas formas de cáncer. Por lo tanto, es muy importante que las personas informen cualquier síntoma a su proveedor médico.