10 Razones principales para jugar fútbol

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Anonim

El fútbol americano evoca muchas imágenes conflictivas: espíritu escolar y hermandad en equipo, por un lado, charla de la basura y lesiones debilitantes por el otro. Esto explica por qué el deporte sigue siendo controvertido a pesar de su gran popularidad. En general, sin embargo, el fútbol tiene más aspectos positivos en términos de desarrollar buenos ciudadanos y líderes. De hecho, numerosos presidentes estadounidenses atribuyen sus éxitos a jugar al fútbol mientras que los hombres jóvenes. El fútbol fomenta rasgos que hacen que los jugadores se destaquen entre la multitud.

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Fitness

La fuerza física, la resistencia, la agilidad, la velocidad y la flexibilidad mejoran gracias a la participación en un equipo de fútbol. La mayoría de estos activos se obtienen en la práctica. Entrenamiento de fuerza a través de calistenia y pesas, ejercicios pliométricos, ejercicios de agilidad con neumáticos y escaleras, sprints y varios regímenes de estiramiento se incorporan a la práctica regular y las jugadas de carrera.

Disciplina

Los jugadores deben superar la fatiga, mantener la concentración y estar preparados para las sorpresas en el campo con el fin de ganar juegos de pelota. Esto se inculca a través de la repetición, el liderazgo del entrenador y la presión positiva de los compañeros. La historia proporciona un amplio registro de equipos que derrotan a los oponentes de fuerza y ​​habilidad superior a través de la fuerza pura de la fuerza de voluntad.

Cooperación

El trabajo en equipo va más allá de un grupo que decide trabajar en conjunto. Se logra cuando lo hacen de manera suave y eficiente. Un mariscal de campo debe tener una idea de la velocidad y la agilidad de sus receptores. Del mismo modo, los jugadores defensivos deben tener una idea de dónde está cada compañero de equipo para frustrar una jugada o limitar las ganancias de yardaje del equipo contrario. Cuando los jugadores ven la ventaja de cooperar en un solo esfuerzo, pueden utilizarlo en su vida académica y profesional.

Humildad

A pesar del talento, la unidad y el instinto, incluso los mejores jugadores se sienten frustrados. No hay nada como la derrota para vencer el ego, la vanidad y la rigidez que pueden envenenar a un equipo de fútbol. Si un revés es sufrido por un individuo o por el equipo como un todo, puede servir como un momento de aprendizaje para los atletas. El equipo de la Universidad de Syracuse descubrió esto a principios de la década de 1990, cuando una temporada mediocre siguió a la exitosa.

Peligro

Aunque no está clasificado como deporte extremo, el fútbol tiene el potencial de causar daños físicos graves. De hecho, veteranos jugadores profesionales como Troy Aikman creen que las ligas profesionales han cruzado la línea en términos de peligro para los jugadores. Sin embargo, cualquier juego que implique bloqueo y abordaje está destinado a conllevar riesgos. Si se maneja de manera responsable, el peligro omnipresente puede servir como una oportunidad para que los atletas reticentes se enfrenten a temores. El coraje no se puede forjar en entornos libres de riesgo.

Fraternidad

Compartir en victorias, derrotas, sufrimientos, disciplina y aprendizaje invariablemente forja lazos entre los jugadores. Los atletas aprenden a apreciar los puntos buenos de los demás y a tolerar sus molestias. El ex Colt de Indianapolis Rob Morris recuerda muchas amistades hechas con compañeros universitarios y profesionales, y les acredita haber construido su personaje. No se pierde tanto el juego como la compañía de sus colegas.

Cultivo sensorial

Los jugadores de fútbol exitosos prestan atención, no solo a la obra de teatro sino también a su entorno. Mientras que un entrenador podría igualar una jugada que requiera que el backfield ofensivo corra hacia la izquierda del mariscal de campo para un lanzamiento lateral o lateral, la defensa podría anticipar esto y reflejar el movimiento ofensivo en consecuencia. En consecuencia, los jugadores de backfield y el mariscal de campo deben reaccionar rápidamente con una jugada alternativa. Basta de estos escenarios que agudicen los sentidos.

Habilidad analítica

El fútbol mejora la capacidad analítica al obligar a los jugadores a comprender la estrategia y los arreglos espaciales. Ciertos patrones funcionan mejor para ciertas listas de jugadores. Las formaciones defensivas se basan en los ataques anticipados de la ofensa. Los principiantes comienzan haciendo lo que se les dice. Sin embargo, si juegan lo suficiente, los atletas comienzan a entender por qué se convoca una jugada y por qué un jugador puede reemplazar a otra por jugadas particulares.

Liderazgo

De todos los equipos de fútbol surgirán líderes. Los que tienen la capacidad de exhortar, motivar e inspirar a menudo brillan en el contexto del fútbol. No es de extrañar, entonces, que nueve de los presidentes estadounidenses más recientes hayan jugado o apoyado el fútbol universitario. Algunos quieren ganar más; otros no soportarán la pereza o las malas actitudes. Cualquiera sea la motivación, las habilidades de liderazgo se desarrollan en un equipo de fútbol.

Prestige

Sin lugar a dudas, el fútbol se gana el respeto de la gran mayoría de las personas. Particularmente en los niveles universitarios escolásticos y de primer nivel, el fútbol atrae a las multitudes por encima de otros deportes de equipo. La dureza mental y física requerida por el fútbol tiene un atractivo peculiar que hace que el juego sea un productor efectivo de ingresos. Aquellos que sobresalen en la parrilla pueden esperar, y merecen, el respeto de sus comunidades.