¿Cuáles son los tratamientos para cálculos renales cuando está embarazada?
Tabla de contenido:
- Video del día
- Terapia conservadora de "observar y esperar"
- Utereroscopia
- Colocación de un stent o un tubo
- Tratamientos contraindicados
Los cálculos renales, o nefrolitiasis, son una enfermedad poco común durante el embarazo. La mayoría de las piedras consisten en cristales que contienen calcio. Como una de las causas más comunes de dolor abdominal en pacientes embarazadas en el segundo y tercer trimestre, los cálculos renales generalmente desaparecen sin necesidad de tratamiento. Sin embargo, dado que se ha demostrado que están asociados con un mayor riesgo de parto prematuro y, en general, son más difíciles de controlar durante el embarazo, es importante conocer otras posibles opciones de tratamiento.
Video del día
Terapia conservadora de "observar y esperar"
La mayoría de las mujeres embarazadas con cálculos renales responden bien a la terapia conservadora de "observar y esperar", que incluye aumentar la ingesta de líquidos, evitando consumir demasiado calcio (no más de 1000-1200 mg / día), controlar el dolor y tomar antibióticos si hay una infección. El acetaminofeno (Tylenol) proporciona alivio temporal del dolor y se pueden recetar otros analgésicos a discreción del médico. Si esto no funciona, entonces pueden ser necesarios otros procedimientos. El aumento del dolor, la presencia de infección o el trabajo de parto prematuro garantizan especialmente la intervención quirúrgica.
Utereroscopia
Tradicionalmente, los urólogos han apoyado la ureteroscopia (rompiendo la piedra), o la colocación de un stent o tubo para drenar rápidamente el área afectada alrededor de la piedra u obstrucción, que se analiza más adelante abajo. Una uretoroscopía consiste en el paso de un tubo delgado llamado ureteroscopio por el tracto urinario hasta la piedra, lo que le permite al médico mirar la piedra y hacer un diagnóstico más seguro. Los instrumentos se utilizan para quitar la piedra o romperla. Está siendo ampliamente aceptado como un enfoque de primera línea, y se ha descubierto que es seguro y efectivo durante todas las etapas del embarazo. Sin embargo, las piedras grandes (más de 1 cm) no pueden tratarse con este método.
Colocación de un stent o un tubo
Es posible que sea necesario colocar un stent ureteral (como un tubo hueco) o un tubo de nefrostomía en el uréter (tubos que transportan la orina) para drenar la orina y posiblemente partículas de piedra. Se puede usar anestesia mínima o sin anestesia, y este procedimiento generalmente es exitoso. El reemplazo de los tubos y la incomodidad urinaria pueden causar problemas. El tratamiento definitivo de los cálculos generalmente se puede retrasar hasta después del parto.
Tratamientos contraindicados
La cirugía abierta con anestesia general para extraer la piedra y la terapia de ondas de choque que rompe la piedra, por lo general, pueden usarse en pacientes que no están embarazadas. Sin embargo, no se consideran seguros durante el embarazo debido a riesgos para el feto.