Lista de alimentos de tipo B de sangre
Tabla de contenido:
- Video del día
- Frutas y verduras
- Granos, frijoles, nueces y semillas
- Carne, pescado y productos lácteos
- Té y especias
- Eficacia de la dieta
- Precauciones y pasos siguientes
"Coma bien para su tipo", el plan de dieta y el libro popular de Peter D'Adamo, un médico naturópata, recomienda que la gente coma de acuerdo a su tipo de sangre Un acercamiento intrigante a las recetas de alimentos, el Dr. D'Adamo afirma que seguir su plan es la clave para controlar el peso y prevenir enfermedades. Según este plan, las personas con sangre tipo B son históricamente nómadas y deben comer una variedad de frutas, verduras, productos lácteos, la mayoría de las carnes y algunos granos, pero evite alimentos como maíz, trigo sarraceno, lentejas, tomates y cacahuetes. Si bien comer de acuerdo con este plan puede ayudar a alcanzar algunos objetivos de salud, no hay investigaciones que demuestren que los beneficios para la salud estén relacionados con el tipo de sangre.
Video del día
Frutas y verduras
La dieta para el grupo sanguíneo B estimula la mayoría de las verduras, especialmente las verduras de hoja verde, la remolacha, el brócoli, las coles de Bruselas, la col, las zanahorias, la coliflor, habas, champiñones, hojas de mostaza, pimientos dulces o picantes, batatas y ñames. Se permite la mayoría de las frutas, incluidas las bayas, los plátanos, las uvas, la manzana, el melocotón, la pera, la piña, el albaricoque, el mango y la papaya. Se fomenta la producción casera o cultivada localmente.
Granos, frijoles, nueces y semillas
El plan de D'Adamo restringe algunos granos comunes, como el trigo, el maíz y el centeno, y aconseja el mijo, la avena, el arroz y la espelta. Los panes recomendados incluyen aquellos hechos con granos germinados y galletas saladas o tentempiés como pasteles de arroz, centeno de masa fermentada o galletas de trigo integral. Los frijoles apropiados para el tipo de sangre B incluyen riñón, lima y frijoles blancos. Si bien las nueces y las semillas no se consideran óptimas en la dieta de tipo B, las selecciones neutras incluyen almendras, nueces de Brasil, nueces de macadamia, nueces y nueces. El aceite de oliva es el preferido.
Carne, pescado y productos lácteos
Según el plan de D'Adamo, las selecciones preferidas de proteína animal incluyen cordero, venado, cordero, conejo y pescado, como salmón, sardina, trucha, platija, fletán y bacalao. Idealmente, la carne debe ser criada orgánicamente, en libertad, sin jaulas o salvaje. Los huevos de gallinas camperas también son aceptables con moderación. Los quesos recomendados para el tipo de sangre B incluyen el agricultor, el queso feta, la cabra, la casa de campo, la ricota y la mozzarella. Kefir, leche de vaca o leche de cabra también son buenas opciones.
Té y especias
El té es una bebida preferida en el plan de D'Adamo. El té verde y las infusiones de hierbas como el jengibre, el ginseng, el regaliz, la menta y el té de rosa mosqueta se consideran beneficiosos. Las especias saludables y preferidas incluyen curry en polvo, rábano picante y perejil.
Eficacia de la dieta
A pesar de las pautas de nutrición claras y específicas para esta dieta, no hay ninguna investigación científica publicada que demuestre que funcione. En un estudio publicado en enero de 2014 "PLoS One", investigadores de la Universidad de Toronto entrevistaron a 1, 455 adultos, comparando su salud y el cumplimiento del plan recomendado para sus tipos de sangre específicos.Si bien ciertas dietas del tipo de sangre se relacionaron con una mejoría en el colesterol, la presión arterial u otros riesgos para la salud, los investigadores descubrieron que los beneficios notados no estaban relacionados con el tipo de sangre del individuo. Una revisión publicada en la edición de mayo de 2013 de "The American Journal of Clinical Nutrition" tampoco encontró ninguna investigación publicada que respalde las afirmaciones de las dietas de tipo sanguíneo.
Precauciones y pasos siguientes
Si bien la dieta del tipo de sangre no tiene investigación que respalde su premisa o beneficios, con enfoque y diligencia, este plan puede proporcionar una dieta nutricionalmente equilibrada. Otra ventaja de las dietas de tipo sanguíneo es la restricción de los alimentos procesados con bajo contenido de fibra, comida chatarra y bocadillos poco saludables, y cualquier dieta que restrinja estos alimentos probablemente proporcione beneficios para la salud. Si está listo para hacer mejoras en su dieta y salud, hable con su médico como primer paso. Su médico puede derivarlo a un dietista, que puede adaptar un plan de comidas según sus preferencias, y a factores que se basan en evidencia, como necesidades de energía, condiciones médicas y otros requisitos de salud.
Revisado por: Kay Peck, MPH, RD