El impacto de los estilos de crianza en el desarrollo de los niños

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Anonim

La forma en que responda y discipline a sus hijos afecta en gran medida su desarrollo, tanto cognitivo como social. El proceso de desarrollo de un niño está influenciado por una mezcla de todos los estímulos con los que entra en contacto, tanto con las personas como con su entorno. Dado que los padres normalmente son una presencia fija en la vida de un niño, tienden a tener un impacto más significativo en si su desarrollo es positivo o negativo.

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Autoritario

Los padres que practican la crianza autoritaria exigen la cooperación total de sus hijos y no toleran las preguntas ni las reglas. Este estilo de crianza espera altos niveles de madurez del niño con bajos niveles de comunicación entre padres e hijos. Los niños disciplinados por padres autoritarios se mantienen alejados de los problemas y obtienen buenas calificaciones, pero su desarrollo social se ve negativamente afectado por no ser alentados a tener opiniones, ser tímidos y preocuparse constantemente por decepcionar a sus padres.

Autoritativo

El estilo autoritativo de crianza, más que cualquier otro, ayuda a asegurar un desarrollo saludable, porque a los niños se les enseña a seguir las reglas, hacer preguntas y tener sus propias opiniones. La investigación realizada por Betsy Garrison y sus colegas de la Universidad Estatal de Luisiana sobre cómo los estilos de crianza influyen en la capacidad cognitiva encontró que la crianza autoritaria tanto en padres como en madres se correlaciona positivamente con el desarrollo cognitivo en los niños. El desarrollo social también se beneficia de este estilo de crianza, porque la comunicación es bienvenida y los niños se sienten más cómodos con sus compañeros y en otras situaciones sociales.

Indulgente

Los padres indulgentes o permisivos se enfocan más en ser el amigo de sus hijos que en una figura disciplinaria. Existe una gran cantidad de comunicación entre padres e hijos, pero se requieren niveles muy bajos de madurez y demandas para el niño. Los niños criados por padres indulgentes tienen una mayor autoestima, mejores habilidades sociales y niveles más bajos de depresión, lo que ayuda a un desarrollo social positivo. La disminución de la madurez y la independencia asociadas con la indulgencia de los padres perjudica el desarrollo emocional de un niño porque no se requiere que crezca en estas áreas.

No involucrado

Los padres que son ambivalentes a los deseos y necesidades de sus hijos son considerados padres no involucrados. A menudo, este estilo de crianza se asocia con negligencia y abuso. Si bien no hay demandas o reglas a seguir para el niño, tampoco hay comunicación ni aliento por parte del padre. Cuando los padres no están psicológicamente o físicamente disponibles para sus hijos, todos los elementos del desarrollo se ven afectados negativamente. El desarrollo social se atrofia porque al niño nunca se le enseña cómo actuar en torno a las personas y, por lo tanto, se siente incómodo en las situaciones sociales.Debido a la falta de conexiones emocionales y psicológicas entre el padre y el niño, el desarrollo cognitivo también sufre.