Cómo correr con una cadena de isquiotibiales

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Anonim

Tus músculos isquiotibiales se basan en gran medida en el movimiento utilizado para propulsarse durante la carrera. La fisiología de dar un paso y balancear la pierna para dar otro paso combinado con el impacto de cada golpe de pie ejerce una presión tremenda sobre todos los músculos de las piernas. Debido a las exigencias físicas de la actividad, no se recomienda correr con una lesión en el tendón de la corva hasta que se recupere completamente de la lesión.

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Alcance de la Lesión

La Academia Estadounidense de Cirujanos Ortopédicos dice que se produce un tirón o distensión en el tendón de la corva cuando el músculo principal en la parte posterior del muslo se rompe o se estira. Una distensión leve no puede ser más que una ligera atracción que causa rigidez, pero una tensión más severa puede significar la rotura del músculo o la posible rotura completa del tejido.

Tendones isquiotibiales y ejecución

Un estudio de Elizabeth Chumanov que aparece en la edición de marzo de 2011 de "Medicina y ciencia en deportes y ejercicio" explica que los isquiotibiales son más activos en la fase de balanceo de la marcha ciclo a medida que su pierna deja el suelo y avanza hacia adelante para el siguiente paso. El estudio también concluye que el aumento de la velocidad también aumenta la carga de estrés en el tendón de la corva. Según esta información, hay poca o ninguna forma de evitar involucrar a los isquiotibiales durante la ejecución. Por lo tanto, correr con un tendón de la corva puede agravar la lesión existente y empujarla para rasgar o romper.

Tratamiento y recuperación

Medline Plus explica que el alcance del tiempo de recuperación depende de la gravedad del tirón. Un tirón leve puede provocar dolor y rigidez durante unos días. Un tirón más severo puede causar dolor hasta por dos semanas. El primer paso para recuperarse es descansar, lo que requiere que cese cualquier actividad que presione más el músculo lesionado, incluso correr. Las cepas leves pueden recuperarse con reposo, hielo, compresión, elevación y medicamentos antiinflamatorios sin receta. Cuando experimente un tirón de isquiotibiales, asegúrese de consultar a su profesional de la salud para obtener un diagnóstico preciso y un plan de recuperación.