¿Cómo regula el cuerpo la presión arterial?
Tabla de contenido:
- Factores principales que afectan la presión arterial
- Control diario de la presión arterial
- Control de la presión arterial en momentos de estrés
- Regulando su presión arterial a largo plazo
Su cuerpo tiene mecanismos complejos que ayudan a controlar su presión arterial, que es la fuerza contra las paredes de sus vasos sanguíneos (ref 1). Los sensores de presión ubicados en las paredes de los vasos sanguíneos detectan cambios en la presión sanguínea y le envían mensajes a su cerebro, indicándole que haga ajustes en su cuerpo que afectarán su presión arterial (ref 3).
Factores principales que afectan la presión arterial
Las principales formas en que su cuerpo puede regular su presión sanguínea incluyen: - Cambio del ritmo cardíaco: cuando su corazón late más rápido, se bombea más sangre a través de sus vasos sanguíneos y la presión arterial es más alta. De manera similar, cuando su corazón late con contracciones más fuertes, bombea más sangre con cada latido y aumenta la presión. - Contracción o expansión de las paredes de los vasos sanguíneos: las paredes de los vasos sanguíneos son musculares, lo que les permite expandirse o contraerse. Los vasos más estrechos causan un flujo sanguíneo más rápido y una presión arterial más alta (ref 4). Los vasos dilatados son más anchos, lo que permite que la sangre fluya fácilmente (ref 4). - Función renal: su cuerpo también puede ajustar su volumen sanguíneo al controlar la retención de líquidos y la micción a través de la función renal (ref 2). Cuanto mayor sea su volumen de sangre, mayor será su presión arterial.
Control diario de la presión arterial
La presión arterial cambia a lo largo del día. Es más bajo cuando estás dormido o descansando, y más alto cuando estás activo o emocionado (ref 1). Su cuerpo se adapta rápidamente a estos cambios controlando los latidos cardíacos y el diámetro de los vasos sanguíneos (ref. 5). Por ejemplo, cuando comienzas a hacer ejercicio, la presión arterial aumenta (ref. 5). Los sensores de presión en los vasos sanguíneos detectan este aumento y envían mensajes a su cerebro para disminuir el latido de su corazón, disminuir la fuerza de las contracciones de su corazón y relajar las paredes de los vasos sanguíneos para reducir la presión arterial (ref. 5). O bien, cuando se mueve rápidamente de una posición acostada a una posición de pie, la presión arterial disminuye (ref. 5). Su cuerpo lo detecta y aumenta la frecuencia cardíaca y la fuerza de las contracciones, y contrae las paredes de los vasos sanguíneos para aumentar la presión arterial (ref. 5).
Control de la presión arterial en momentos de estrés
En otros casos, su presión arterial puede caer repentinamente, como cuando se lesiona y pierde mucha sangre (ref. 5). Además de provocar cambios en el ritmo cardíaco y las paredes de los vasos sanguíneos, la caída repentina de la presión arterial también desencadenará la liberación de hormonas que afectan la función renal (ref. 5). Si pierde mucha sangre, su cuerpo detecta la caída en el volumen de sangre y desencadena la producción de hormonas que indican a los riñones que retengan sal y agua (ref. 5). Esto aumenta su volumen de sangre, lo que aumenta la presión arterial (ref 2).
Regulando su presión arterial a largo plazo
A largo plazo, sus riñones son los principales responsables de la presión arterial.De hecho, muchos medicamentos para reducir la presión arterial funcionan al provocar que los riñones liberen el exceso de sodio y líquido. Cuando funciona correctamente, este sistema de regulación de fluidos mantiene la presión sanguínea relativamente constante a lo largo de los años (ref. 5). Cuando su presión arterial es alta, se liberan hormonas para indicar aumento de la micción, disminución del volumen sanguíneo y la presión arterial (ref 2). Cuando el volumen de sangre y la presión son muy bajos, las hormonas secretadas por el cerebro le indican a los riñones que retengan sodio y agua, aumentando el volumen sanguíneo y la presión arterial (ref. 5). Los problemas con este sistema pueden provocar presión arterial alta, lo que aumenta su riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.